El Growth Hacking es una disciplina de marketing que emplea tácticas y acciones rentables para impulsar un rápido incremento de la cantidad de conversiones, el volumen de ventas o la exposición de una marca en su nicho de mercado, se basa en encontrar soluciones creativas y rentables a través de experimentos, cuyos resultados se pueden medir y comparar con los indicadores de gestión establecidos.
El concepto de growth hacking apareció hace poco más de una década, con la aparición de las startups, estos emprendimientos necesitaban ampliar su base de leads y clientes, su cuota de mercado y sus volúmenes de venta de forma muy rápida. Sin embargo, su presupuesto era bastante limitado, por lo que no podían utilizar las tácticas tradicionales de marketing para promover sus productos y adquirir clientes.
Esta situación, originó el growth hacking en marketing, como un medio para adquirir una amplia base de clientes con los costos más bajos posibles, especialistas en marketing y los propios emprendedores idearon métodos de growth hacking basados en la creatividad, la automatización y el análisis de datos, para impulsar la expansión del negocio sin contar con un gran presupuesto
Para lograr atraer los clientes en las etapas superiores del embudo de conversión se necesita emplear técnicas poco convencionales, esto ha permitido generar nuevas formas para generar tráfico orgánico al sitio web.
En growth hacking, luego de crear una hipótesis, es necesario probarla, esto permite descubrir las diferentes tácticas que generan los resultados esperados, estas pruebas se realizan con el análisis de las métricas sociales. Se busca descubrir no sólo “Qué” funciona bien, sino también “Por qué” sucede.
Los datos obtenidos se utilizan para rastrear los clientes a los largo de su recorrido por el funnel de ventas para comprender que los motiva a comprar y cómo se puede mejorar las conversiones en las distintas etapas. Finalmente, cuando se logra descubrir qué funciona y cómo funciona, se automatizan estos procesos.